26 de enero de 2014

Abandonar[se].


                                Dejar, desamparar a alguien o algo.
                                Dejar una ocupación, un intento, un derecho, etc., emprendido ya.
                                Dejar un lugar, apartarse de él.
                                Cesar de frecuentar o habitar un lugar.
                                Apoyar, reclinar con dejadez. 
                                Entregar, confiar algo a una persona o cosa.
                                Dejarse dominar por afectos, pasiones o vicios.
                                Descuidar los intereses o las obligaciones.
                                Descuidar el aseo y la compostura.
                                Caer de ánimo, rendirse en las adversidades y contratiempos.


Lugar: Fábrica de la Borrera.
Cámara: Yashica MG-1.

Ojo: Irene Alduán.



20 de enero de 2014

Consecuencias desertoras.


Allí donde la voluntaria omisión de diligencia en calcular las consecuencias posibles y reversibles del propio hecho se materializa.
Allí donde autodestrucción se fusiona en la frialdad del metal y el hormigón. 
Allí donde el reducido volumen de aire es respirado por guerras racionales y pasionales.
Allí donde todo lo derruido busca una construcción a través de un haz de luz exterior.
Allí donde las palomas, a modo de ironía, revuelan con libertad ahora, donde allí ahora hay libertad, olvido y destrucción.


Lugar: Centro penitenciario abandonado, Herrera la Vieja.
Cámara: Sony DSC-H200.
Ojo: Juan Membrillo.
Texto: Juan Membrillo.

14 de enero de 2014

Nuestro Rincón.



- ¿Y allí qué hay?
- Allí hay una casita de madera con su puerta, su tejado, su lavanda, sus bancos de forja.
- Pero…
- Ya te has dado cuenta, ¿verdad? No, las ventanas no tienen contraventanas. Esta vez no. Lo sé y lo siento. Sé lo mucho que te gustan porque te recuerdan al norte, a TU norte... Pero es que el reflejo te sienta tan bien…


Lugar: Nuestro Rincón. 
Cámara: Yashica MG-1.
Ojo: Irene Alduán.



 

8 de enero de 2014

Caminos.


Allí, en tu texto, hablabas de caminos y trayectos. Resumías la vida en recorridos y coordenadas y, quién sabe, quizás estabas en lo cierto. [Quizás estás en lo cierto.] Hablabas de personas con las que caminas, con las que dejas de caminar [blablabla] y de pasos. [25]. Pero no tenías razón pequeño barbudo cabezota, porque los pasos no deben contarse. ¡Qué demonios! No pueden contarse. 

Sentir, gustar, percibir, oler y caminar son cosas subjetivas. Así que hablemos de X pasos [donde X = ñam] y dejemos los números para los ingenieros, no para los artistas como nosotros. 

P.D.: deja de numerar e intentar poner fin a nuestro camino. Sabes que seguimos paseando juntos, barra de pan en mano y flor en pelo.  
Agarraditos del brazo.
Fotografiando nuestras sombras. 



Lugar: algún camino de la sierra alicantina.
Cámara: Yashica MG-1.
Ojo: Irene Alduán.

2 de enero de 2014

El mar.


Allí fui medusa, comí fruta a mordiscos, fumé y disimulé. Busqué algo cómodo sobre lo que apoyar la cabeza y observé.


  Lugar: alguna calita alicantina.
  Cámara: Yashica MG-1.
  Ojo: Irene Alduán.