Allí nos volvimos mudas, la voz
entendió que ese no era su sitio. Descubrimos que allí, si querías, la arena se
convertía en azúcar y tu piel en lienzo, donde los colores se mezclaban a su
antojo. Creo que fue allí también donde,
el tono acuífero de tus ojos, compitió con el océano y la batalla, que
sobrecogía de tanta belleza, todavía no está decidida. Y finalmente allí,
recuerdo que jugué a ser sirena y a conversar con peces que, curiosos, rozaban
mis muslos como quien no quería la cosa.
Lugar: un rinconcito de Formentera
Cámara: móvil que aspiró a ser cámara a través de Instagram.
Ojo: Diana Pebbels (más la mirada de Vane).
Texto: Diana Pebbels.
Suena: You are the Ocean, Phantogram.
¡Muy bonito Irene!
ResponderEliminarComo todo el blog, un saludo ;)