3 de junio de 2014



      Allí entendí el porqué de la piel de gallina. 
 
      Ese momento de erizar, de ser todo tripas y nada corazón.
      Un quiero y no puedo, una milésima de doloroso placer.
      Un suspiro anhelante.
   
Debéis saber que una se estremece cuando le tocan sin tocar, cuando sopla el viento, cuando le acarician la nuca, cuando se come un buen plato de pulpo a feira y cuando le hacen el amor muy bien hecho. Cuando le abrazan fuerte, cuando escucha Esa canción, cuando bailan con ella en la cocina de su casa y cuando le miran de reojo mordiéndose el labio. Cuando le observan bailar con los ojos cerrados y cuando come cerezas. 

      Una se estremece sin querer.
      Y ese es el porqué de la piel de gallina.



Lugar: Liencres.
Cámara: Yashica MG-1. 
Ojo: Irene Alduán.
Texto: Irene Alduán.

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