Siento
el vacío en mi plano horizontal, cada vez que me meto en él y él se
adapta a mí. Él es el único que se adapta a mí. Tú no lo haces, aquel
tampoco, de esos ninguno. Mi plano sigue vacío.
A
pesar de ser perfectamente horizontal todos los días se repite la misma
sensación: se inclina por su cabecera y yo me voy haciendo pequeño, al
final, inclinación y tamaño llegan al punto en el que desaparezco en ese
hueco minúsculo entre mi plano y la pared.
Y
cuando la luz empieza a cegarme abro los ojos, y veo que todo está en
orden, yo no he menguado ni he caído por hueco alguno, e
inevitablemente, mi plano sigue vacío.
Lugar: ...
Cámara: Yashica MG-1.
Ojo: Irene Alduán.
Texto: Migue Consuegra.
Ojo: Irene Alduán.
Texto: Migue Consuegra.
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